
El trastorno afectivo bipolar (TAB), también conocido como trastorno bipolar y antiguamente como psicosis maníaco-depresiva, es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo. Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios concomitantes o alternantes de depresión, de tal manera que el afectado suele oscilar entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.
Por lo general
tiene expresión por un desequilibrio electroquímico en los neurotransmisores
cerebrales. Adicionalmente, debido a las características del trastorno bipolar,
los individuos tienen más riesgo de mortalidad por accidentes y por causas
naturales como las enfermedades cardiovasculares. A pesar de ser considerado un
trastorno crónico y con una alta morbilidad y mortalidad, una atención integral
que aborde todos los aspectos implicados: biológicos, psicológicos y sociales,
puede conseguir la remisión total de las crisis, de ahí la gran importancia de
que el diagnóstico del afectado sea correcto.
Período maníaco
Período maníaco
Las personas que
se encuentran en un episodio maníaco pueden estar eufóricas, irritables y/o
suspicaces, con un incremento en sus actividades y cualidades tanto físicas
como mentales.
El incremento
en la energía y en las actividades es muy común; suele tener verborrea. La
necesidad de dormir se encuentra disminuida. La persona suele distraerse
rápidamente y puede manifestar e incluso llevar a la práctica ideas irreales,
grandilocuentes y sobre optimistas. Las facultades sociales se ven disminuidas,
y las ideas poco prácticas suelen llevar a indiscreciones tanto financieras
como amorosas.
En la fase maníaca se pueden presentar
· Exaltación del estado de ánimo.
· Aumento de las actividades orientadas hacia metas, delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales. Si los contradicen suelen enfadarse y pensar que el mundo está en su contra.
· Ideas fugaces o pensamiento acelerado (taquipsiquia).
· Enfadarse por cualquier cosa.
· Autoestima alta.
· Menor necesidad de dormir.
· Agitación.
Verborrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
· Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
· Inquietud excesiva.
· Aumento involuntario del peso.
· Bajo control del temperamento.
· Patrón de comportamiento irresponsable.
· Hostilidad.
· Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
· Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
· Creencias falsas (delirios).
· Alucinaciones.
Causas del Trastorno Bipolar
Aunque aún no se conoce la causa exacta del trastorno bipolar, los investigadores piensan que se debe a un desequilibrio de ciertas sustancias bioquímicas en el cerebro. Los trastornos bipolares suelen darse en algunas familias, y más de dos terceras partes de los enfermos tienen al menos un familiar cercano con esta enfermedad o con una depresión aguda. En cualquier caso, la genética no puede explicar por completo quién enferma y quién no. Es posible que el desarrollo de la enfermedad se deba a un proceso de sensibilización (activación). La idea sugiere que los primeros episodios de la enfermedad son inducidos o “desencadenados” por un cambio importante o un acontecimiento estresante, pero que cada episodio ocasiona cambios en el cerebro que aumentan las posibilidades de que se desencadene el siguiente episodio, lo que al final da lugar a episodios producidos de forma espontánea.
Síntomas del trastorno bipolar
El trastorno bipolar se caracteriza por unos síntomas que aparecen en episodios diferenciados con periodos de humor normal en medio. La mayoría de las veces no existe un patrón claro de cuándo o con qué frecuencia se producirán los episodios maníacos o cuándo o con qué frecuencia se alternan con episodios depresivos. Las oscilaciones acusadas del humor pueden producirse a lo largo de un periodo de horas, días, semanas, meses o incluso años.
¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
Cuando a una persona se le diagnostican síntomas maníacos, puede experimentar estos síntomas en diversos grados de gravedad que van desde leve o moderada a aguda. Lo mismo puede decirse de los síntomas depresivos.
Los estados de humor de un paciente bipolar pueden alternar entre dos polos opuestos, con la manía aguda en un extremo y la depresión aguda en el otro. A continuación se ilustra el intervalo con los diversos estados de humor que puede experimentar un paciente bipolar.
La gravedad de los episodios depresivos y maníacos varía según la persona, e incluso puede variar en la misma persona en distintos momentos. La hipomanía es una forma de leve a moderada de manía con síntomas similares aunque menos graves que pueden durar al menos 4 días. A diferencia de la manía, el paciente no sufre de alucinaciones ni delirio. Dado que la hipomanía se asocia a una buena capacidad funcional, una mayor productividad y un menor grado de deterioro, los enfermos suelen negar que algo vaya mal. No obstante, si no se trata, puede derivar en manía o transformarse en depresión.
¿Cuál es la frecuencia y la duración de los síntomas?
El tipo de episodios que experimenta una persona puede variar. Algunos pacientes tienen un número idéntico de episodios maníacos y depresivos, mientras que otros tienen más de un tipo que del otro. Algunas personas con trastorno bipolar tendrán muchos periodos de depresión antes de convertirse en maníacos. Otras alternarán con rapidez entre ambos estados de humor y vuelta a empezar.
Hay veces en que una persona puede tener síntomas de manía y depresión al mismo tiempo. Esto se conoce como estados mixtos. Los síntomas suelen incluir agitación, dificultad para dormir, variación notable del apetito, psicosis e ideas suicidas.
Los enfermos padecen de trastorno bipolar I si tienen al menos un episodio maníaco o mixto con o sin depresiones. Esta forma se suele presentar como un episodio completo de manía, y puede exigir la hospitalización del paciente. Los enfermos padecen de trastorno bipolar II si tienen al menos un episodio hipomaníaco y al menos uno depresivo (sin episodios maníacos completos). El enfermo bipolar II puede pasar desapercibido, ya que es posible que los síntomas hipomaníacos no parezcan inusuales. Los enfermos suelen pasar por alto la hipomanía y recurrir al tratamiento únicamente durante el episodio depresivo. Desafortunadamente, cuando se prescriben antidepresivos, existe el riesgo de que la medicación induzca o “desencadene” un episodio maníaco y de que estos episodios se hagan más frecuentes. Algunos enfermos que inicialmente padecen de hipomanía (bipolares II), posteriormente desarrollarán un episodio maníaco y se convertirán en bipolares I, mientras que otros sólo sufren de hipomanía recurrente.
En la fase maníaca se pueden presentar
· Exaltación del estado de ánimo.
· Aumento de las actividades orientadas hacia metas, delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales. Si los contradicen suelen enfadarse y pensar que el mundo está en su contra.
· Ideas fugaces o pensamiento acelerado (taquipsiquia).
· Enfadarse por cualquier cosa.
· Autoestima alta.
· Menor necesidad de dormir.
· Agitación.
Verborrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
· Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
· Inquietud excesiva.
· Aumento involuntario del peso.
· Bajo control del temperamento.
· Patrón de comportamiento irresponsable.
· Hostilidad.
· Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
· Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
· Creencias falsas (delirios).
· Alucinaciones.
Causas del Trastorno Bipolar
Aunque aún no se conoce la causa exacta del trastorno bipolar, los investigadores piensan que se debe a un desequilibrio de ciertas sustancias bioquímicas en el cerebro. Los trastornos bipolares suelen darse en algunas familias, y más de dos terceras partes de los enfermos tienen al menos un familiar cercano con esta enfermedad o con una depresión aguda. En cualquier caso, la genética no puede explicar por completo quién enferma y quién no. Es posible que el desarrollo de la enfermedad se deba a un proceso de sensibilización (activación). La idea sugiere que los primeros episodios de la enfermedad son inducidos o “desencadenados” por un cambio importante o un acontecimiento estresante, pero que cada episodio ocasiona cambios en el cerebro que aumentan las posibilidades de que se desencadene el siguiente episodio, lo que al final da lugar a episodios producidos de forma espontánea.
Síntomas del trastorno bipolar
El trastorno bipolar se caracteriza por unos síntomas que aparecen en episodios diferenciados con periodos de humor normal en medio. La mayoría de las veces no existe un patrón claro de cuándo o con qué frecuencia se producirán los episodios maníacos o cuándo o con qué frecuencia se alternan con episodios depresivos. Las oscilaciones acusadas del humor pueden producirse a lo largo de un periodo de horas, días, semanas, meses o incluso años.
¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
Cuando a una persona se le diagnostican síntomas maníacos, puede experimentar estos síntomas en diversos grados de gravedad que van desde leve o moderada a aguda. Lo mismo puede decirse de los síntomas depresivos.
Los estados de humor de un paciente bipolar pueden alternar entre dos polos opuestos, con la manía aguda en un extremo y la depresión aguda en el otro. A continuación se ilustra el intervalo con los diversos estados de humor que puede experimentar un paciente bipolar.
La gravedad de los episodios depresivos y maníacos varía según la persona, e incluso puede variar en la misma persona en distintos momentos. La hipomanía es una forma de leve a moderada de manía con síntomas similares aunque menos graves que pueden durar al menos 4 días. A diferencia de la manía, el paciente no sufre de alucinaciones ni delirio. Dado que la hipomanía se asocia a una buena capacidad funcional, una mayor productividad y un menor grado de deterioro, los enfermos suelen negar que algo vaya mal. No obstante, si no se trata, puede derivar en manía o transformarse en depresión.
¿Cuál es la frecuencia y la duración de los síntomas?
El tipo de episodios que experimenta una persona puede variar. Algunos pacientes tienen un número idéntico de episodios maníacos y depresivos, mientras que otros tienen más de un tipo que del otro. Algunas personas con trastorno bipolar tendrán muchos periodos de depresión antes de convertirse en maníacos. Otras alternarán con rapidez entre ambos estados de humor y vuelta a empezar.
Hay veces en que una persona puede tener síntomas de manía y depresión al mismo tiempo. Esto se conoce como estados mixtos. Los síntomas suelen incluir agitación, dificultad para dormir, variación notable del apetito, psicosis e ideas suicidas.
Los enfermos padecen de trastorno bipolar I si tienen al menos un episodio maníaco o mixto con o sin depresiones. Esta forma se suele presentar como un episodio completo de manía, y puede exigir la hospitalización del paciente. Los enfermos padecen de trastorno bipolar II si tienen al menos un episodio hipomaníaco y al menos uno depresivo (sin episodios maníacos completos). El enfermo bipolar II puede pasar desapercibido, ya que es posible que los síntomas hipomaníacos no parezcan inusuales. Los enfermos suelen pasar por alto la hipomanía y recurrir al tratamiento únicamente durante el episodio depresivo. Desafortunadamente, cuando se prescriben antidepresivos, existe el riesgo de que la medicación induzca o “desencadene” un episodio maníaco y de que estos episodios se hagan más frecuentes. Algunos enfermos que inicialmente padecen de hipomanía (bipolares II), posteriormente desarrollarán un episodio maníaco y se convertirán en bipolares I, mientras que otros sólo sufren de hipomanía recurrente.
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